Cuando se toma la decisión de cambiar la cara de un local comercial, la primera pregunta es ¿por dónde empieza la reforma?
Los negocios que generan buenas experiencias o cuentan con una atmósfera que los hace atractivos son el resultado de una planificación y diseño previos.
El diseño o rediseño de una tienda empieza por la marca, que es la esencia del negocio. Hace que los clientes disfruten del local, atrae a las personas que ven la vidriera o logra que los clientes vuelvan a comprar. La clave es plasmar todo esto en el comercio que vamos a reformar.
Ante una reforma de un local comercial, algunos tienen bien claro por qué su tienda funciona y qué es lo que la hace diferente, pero comprenden que ha llegado el momento de renovar su espacio para adaptarse a sus clientes o a una nueva situación de su sector.
Otros comerciantes buscan cambiar el rumbo a su negocio o hacer que su situación económica mejore. Esta segunda situación puede deberse a la apertura en un local cercano de un competidor más fuerte, a cambios sustanciales en el sector o a otras amenazas a las que no han podido hacer frente.
Por lo general, quienes están en el primer grupo saben transmitir al profesional responsable de la reforma qué es lo que buscan.
Pero los del segundo grupo deben empezar por plantear qué es lo que va a cambiar en el negocio: y eso es un planteamiento de marketing. Es como rehacer el plan de negocios.
Eso incluye ver qué está pasando en el sector; amenazas; qué puedo aportar a los clientes (actuales y potenciales); cómo integrar la tecnologÃa al comercio; etc.
La inversión en reformas
Todo negocio requiere que una parte de los beneficios se reinvierta para seguir generando ganancias. Además, en los últimos años muchas cosas han cambiado en el retail. Por ejemplo, las marcas abren tiendas propias, grandes empresas que nacieron en el ecommerce abren tiendas fÃsicas, y proliferan las nuevas formas de comprar gracias a la tecnologÃa.
El análisis previo
La posibilidad de cambiar siempre presente está en la mente de un comerciante. ¿Pero cómo encararlo? ¿Es una cuestión de mantenimiento? ¿O necesito un cambio más profundo?
Lo más importante no es lo que cuestan los nuevos muebles o el cambio de suelo. Lo importante es entender por qué voy a cambiar, qué voy a mejorar y en definitiva qué inversión requiere la renovación de mi comercio.
La inversión en diseño
Las preguntas que hay que plantearse son ¿Cuánto puedo invertir en renovar el comercio? ¿Puedo amortizar esa inversión? ¿Voy a vender más con el cambio? ¿Necesito financiación?
El paso siguiente es poner la reforma en manos de profesionales. Dependiendo de la envergadura del proyecto, se necesitará una serie de trabajos que abarcan:
Marketing y branding. Antes de reformar, cambiar de local o plantear una expansión hay que pensar porqué. Si quiero ampliar, si quiero que el local sea más visible, si sólo quiero corregir algunos errores, si quiero poner el foco en determinados productos, etc. En definitiva, expectativas y objetivos.
Búsqueda del local. (Si no lo tengo o quiero expandir el negocio). lo ideal es contar con especialistas para encontrar la ubicación idónea del nuevo punto de venta.
Marketing en el punto de venta. Clave para definir la esencia del nuevo negocio. El punto de partida será la nueva experiencia de compra de los clientes y los procesos de trabajo, para organizar el espacio.
Es importante organizar el surtido de productos y servicios. Si es necesario, incorporar tecnologÃa en el punto de venta. Pero sólo si aporta algo al negocio y el presupuesto lo admite.
Interior del local definido. El proyecto debe contemplar instalaciones, materiales, mobiliario, iluminación. Todos elementos que dan vida y ambiente al comercio.
Diseño gráfico y comunicación en el punto de venta. Quizás sea necesario dar un retoque a la identidad corporativa y preparar nuevos elementos de comunicación. Renovar bolsas, packaging, señalización interior.
Gestión de permisos. Proyecto de actividad, licencia de obra, proyectos o permisos de medio ambiente y sanidad, proyectos de instalaciones especiales, licencia de apertura, etc. Cada proyecto o comercio, por su ubicación, su actividad o su superficie, necesitará distintas gestiones.
Contratista o empresa constructora. Debe adaptarse al proyecto de interiorismo comercial y a los del párrafo anterior, que se encargue de las personas que trabajan en la reforma y de los materiales necesarios.
Dirección de obra. Para hacer el proyecto realidad se necesita planificación. ¿Voy a cerrar la tienda? ¿Durante cuánto tiempo? ¿Necesito trasladarme a otro local? ¿Se puede hacer la reforma por fases? Son preguntas fundamentales. Además hay que planificar y dirigir todo el trabajo para poner en marcha el negocio en el menor tiempo posible.
Marketing
No hay fórmulas mágicas, y mucho menos para un comercio independiente. Pero sirve tener en cuenta algunas tendencias. Ejemplos:
Tiendas que hablan por sà mismas. Se debe dar importancia a la comunicación y el marketing en el punto de venta.
Modelos de negocio centrado en la experiencia y el servicio. El conocimiento que tenemos sobre los clientes debe aplicarse para innovar en el modelo de negocio.
Versátil. Estamos en una era de cambio asà que el nuevo punto de venta debe ser capaz de adaptarse a lo que pueda venir en los próximos años: nuevos productos, nuevos servicios, otras formas de entrega, internet, probadores virtuales, realidad aumentada.
Fuente: Doctora Retail.